Si eres de las mías, seguro que hace tan sólo una semana habrá empezado para ti el nuevo año coincidiendo con el comienzo del nuevo curso escolar: propósitos deportivos, alimenticios, nuevos retos… En mi caso no es tanto nuevas aspiraciones sino ideas que me han surgido durante los casi tres meses que duran las vacaciones escolares, o pequeños cambios en las rutinas para afrontar la nueva etapa con otro ánimo. Pero si hay algo que quiero volver a repetir es la idea de estrujar al máximo nuestro tiempo, redescubrir con ellos la vida e intentar detenernos en las pequeñas cosas sin prisa.
Recuerdas este post en el que hablaba sobre el listado de las veintisiete cosas que todo niño debe haber realizado antes de cumplir seis años -se trata de un listado que elaboró un grupo de educadores de las escuelas infantiles verdes de Dinamarca-. Pues hoy quisiera, a modo de recapitulación del año que ha pasado, poner mi granito de arena a esa lista de experiencias y seguir sumando haciendo la mía propia. A veces no sólo han sido nuevas para ellos sino también para nosotros. Y es que compartir la vida con niños, y aunque suene a topicazo, es volver a vivir de nuevo la niñez y lo fascinante que es descubrir con ellos ya desde otra perspectiva, la inmensidad de este mundo. Debo reconocer que la naturaleza que nos rodea por los cuatro costados ha facilitado bastante las cosas, y han hecho que para esas primeras experiencias no haga falta nada más que salir a la puerta de casa.
Me vais a perdonar, pero en esta ocasión la mayoría de fotos son con el móvil y bastante imperfectas. Esas de aquí te pillo… porque las mejores experiencias son como las fotos, borrosas e imperfectas, pero muyyy divertidas!! Si nos sigues a través de Instagram muchas de ellas te sonarán…
Así que ahí va la lista de las experiencias vividas por la familia de El mar del Norte y que hoy queremos compartir contigo, ¿te animas y apuntas nuevas ideas?
-Hemos alimentado caballos y acariciado ranas, babosas y erizos.
-Nos hemos columpiado en muy buena compañía.
-Nos hemos remojado los pies en los ríos, de hecho lo hacemos cada vez que estamos cerca de uno y sea la estación del año que sea.
-Hemos pisado charcos, muchos!
-Y a atravesado túneles oscuros, con linternas…
– Hemos visto muuuuchos anocheceres en pijama y desde la ventana!
-Y hemos tirado puñados de tierra al mar, y piedras, y maderitas, y…
-Siempre que hemos podido hemos comido alimentos in situ y directamente cogidos de la naturaleza, como fresas, moras o mazorcas tiernas!
-Hemos bailado vestidas de princesas en una playa semi desierta!!
-También hemos construido un árbol con unos palos y unas hojas, y lo hemos tirado al río para comprobar si navegaba…
-Hemos improvisado un columpio en una excursión en familia
-Hemos oído el canto de un gallo en vivo y en directo, el mugir de las vacas y el relinchar de los caballos, casi a diario. Hemos pintado en la arena y abrazado un árbol.
-Hemos hecho meriendas diferentes, al aire libre en pleno invierno y entre semana.
– Y hemos celebrado fines de año rodeados de burritos y con gorros de princesa
Así que si alguna vez me leéis hijos míos, quiero daros las gracias por hacerme vivir todas estas experiencias de vuestra mano y deciros que aunque a veces se me olvide, la vida con vosotros es mucho más divertida!!
Ya sabes, si tienes más ideas para hacer con los niños de esas con las que disfrutan ellos y nosotros, somos todo oídos!!!
Inspiradorrrr……….que fotos tan fantásticas, me han transmitido tantísimoooo…que ganas me han entrado de hacer todo eso yo mismita… 🙂 🙂
Me encanta: “…estrujar al máximo nuestro tiempo, redescubrir con ellos la vida e intentar detenernos en las pequeñas cosas sin prisa.”
Muchas gracias por tus siempre cariñosas palabras!!! Pues ya sabes, nada de quedarse en casa y a buscar ranas!!! 😉
Yo este verano he revivido mi propia infancia, viendo a mi hija con sus “amigos de verano” (que no dejan de ser los hijos de mis “amigos de verano”) y he disfrutado observando cómo disfruta de esas “cosas de verano”; esos juegos que solo juegas en ese lugar y con esas personas, esas confidencias en una toalla de playa al lado de tus padres pero a la vez lejos de ellos, esa mezcla de culturas de diferentes lugares, de diferentes rutinas, de diferentes edades….esas….”vivencias de Verano Azul”, con sus despedidas incluídas.
Ohhh! Qué chulo!! Yo nunca tuve eso… Veraneaba en el mismo lugar donde vivía (Ibiza 😆)!!! Pero el pater familias sí, y lo recuerda super especial… Y hoy su pandilla de verano son sus amigos…
precioso y genial!!! es verdad que vivimos una segunda infancia al acompanyarles en sus descubrimientos, màs aûn cuando encima el decorado de su infancia no es el mismo que el que tuvimos nosotras.
aquî no acariciamos babosas, lo siento por ellas pero se comen mi verdura 🙂 besos!!!
😂😂😂 bueno, las acarician con un palito!!! 😆
Cada vez que te leo me transmites mucha paz y un sin fin de valores que no se nos deben olvidar nunca. Y además nos enseñas de costura,toma ya! Gracias
Mil gracias Maribel por tus palabras!! Me dan ánimos para seguir escribiendo y cosiendo! 😉
Que hermoso compartir así con la familia y guardar tantos recuerdos.
A veces me pregunto si se acordarán de todo esto… y luego pienso que en realidad me da igual, me basta con que sus experiencias forjen su carácter!! Gracias por pasarte por aquí!!