Se hacen mayores a la velocidad del rayo. Mis maripositas aún no vuelan solas pero más pronto que tarde lo harán y entonces echaré de menos sus despertares nocturnos, las miles de cucharadas que tenemos que darles, sus cien tequieros en un día, sus rabietas… aunque ahora me cueste pensarlo y sólo quiera que todo pase.
A F le sigue gustando hacer “trabajitos” en casa, pero sus clases de pintura y arcilla son tan molonas que ponerse a la altura cada vez cuesta más. A N le gusta, pero lo que le fascina es ir todo el día disfrazada y cantando a grito pealo.
Pero cuando no hay cole y la climatología es adversa este sigue siendo un recurso que funciona.
Es muy sencillo y con muy poco material tenemos nuestras mariposas: unas pinzas, cartulinas de colores, cordón o similar que haga las veces de antenitas, celo de washi tape (también se puede utilizar pintura si las pinzas son de madera), pegamento y tijeras.
Y poco más que decir; únicamente que la primavera está a la vuelta de la esquina y que sólo por eso Mar del Norte está de subidón!!!! En breve más y mejor!