
Cuando ya creía que lo había visto todo, o casi todo, después de dos años viviendo en el Norte -de España-voy y me encuentro con este espejismo… Y es que esta es la suerte de vivir aquí y salir a comer a un restaurante el fin de semana, !que por el camino acaecen cosas insospechadas!
Cabras montesas disfrutando de un día de playa, aprovechando la baja mar… ¡qué tías más listas! Así que recuerda, si vas a venir al Norte además de paraguas y chubasquero, lleva en el coche siempre un calzado cómodo.
Y qué gusto da llegar a esos sitios en los que desde que entras te sientes mimado con todos los detalles, desde la luz, la música, la disposición de las mesas… Nada te molesta, todo está en su sitio y todo te gusta, hasta esas sillas que en principio no tienen nada de especial, pero el conjunto hace que las quieras tener en el salón de tu casa. Así es el restaurante Cabo Vidio. Y quiero advertir que esta no es una entrada publicitaria, ni los dueños son amigos míos, ni me han regalado la comida, de eso nada… sólo quiero compartir con vosotros nuestras vivencias, y las gastronómicas ocupan un lugar muy importante porque nos encaaaaaanta comer!!!!!
La ubicación del restaurante Cabo Vidio en Oviñana (aquí podéis ver su web) es perfecta para hacer un parón tras visitar el precioso pueblo de Cudillero y los imponentes acantilados del Cabo Vidio.
Llegamos allí una hora más tarde. La parada obligatoria para dar de comer a los pollitos que decían pío pío y la visita al Puerto de Portiella a tan sólo 2 kilómetros del restaurante y encontrarnos a sus habitantes peludos inesperados nos retrasó la hora de la reserva… pero sin problemas, tras llamar para advertir de nuestra demora nos dijeron que nuestra mesa estaba esperándonos.
El nombre en la mesa, una carta reducida y cuidada, las mesas de madera con unos sencillos caminos de mesa de lino, su terraza para tomarse el café si el tiempo acompaña…, son detalles que os quiero enseñar.
Por cierto, la camisa de Fernando y la blusita de Nerea son madebymummy!! Para la de Fernando tengo que preparar un tutorial porque tienen un corte chulísimo en forma de “te” (T).
Y ¿qué os puedo contar del menú? Si aún no habéis comido no sigáis leyendo… fabes con cocochas de bacalao, bonito en escabeche suave, pulpo a la parrilla, anchoas del cantábrico, percebes…
La terracita aunque pequeña es encantadora y si vas con niños es como una pecera, todo un ventanal te permite estar viéndolos mientras juegan con las plantitas; ya sabéis que detestan los lugares cerrados! Y un detalle importante, si un niño se os duerme por el camino (como nos pasa a nosotros cada vez que vamos), puedes incluso dejarlo en el coche y controlarlo desde el restaurante.
Y después de comer, visita obligada a ver los impresionantes acantilados del cabo Vidio (Oviñana). Eso sí, con niños pequeños hay que llevarlos de la manita.
Y hasta aquí, un día cualquiera de lluvia -como no- de la familia Mar del Norte.
Eres increíble, me encanta. El texto perfecto y las fotos que te voy a decir……
Gracias Eva! Me alegro que te guste! Intento escribir poco para que no canse. Besos!!
Disfruto mucho con tu blog!!
Sin duda todo un acierto haberlo empezado….
Me encanta como lo cuentas todo.
Felicidades, porque lo estas haciendo genial!.
Mil gracias guapa! Vuestros comentarios y likes son mi motor (bueno, y mis hijos, claro). Es lo que me motiva a contarlo! Intentare que sea un poco varíadito para que os guste a todos! Besines.